Las Ciudades imperiales.
De Marrakech a Béni Mellal, pasando por Casablanca y Fez, ocho
grandes ciudades jalonan este circuito formando un bucle.
Necesitará como mínimo ocho días y siete
noches para descubrir a fondo estas ciudades históricas.
Comenzar por la ciudad roja Menara de Marrakech.
En Marrakech, algunos lugares son de visita obligada: es el caso de
la célebre plaza Jema El Fna, mágica a la puesta de sol, del minarete de la Koutoubia,
de la madraza Ben Youssef, de la Menara o incluso del jardín Majorelle…
A lo largo de todo el trayecto por el litoral atlántico que une esta
ciudad del sur con Casablanca, la variedad del paisaje le
impresionará profundamente.
Sobre el Atlántico Las ciudades imperiales.
En Casablanca, ciudad profundamente marcada por la arquitectura
moderna,
podrá disfrutar de un programa variado que incluye desde una simple comida sobre la cornisa
a una visita al barrio Art decó y a la mezquita de Hassán II,
pasando por una incursión en la antigua medina… Sin perder de
vista
ni un momento la costa atlántica, en Rabat, la capital, le esperan monumentos emblemáticos como la Torre Hassán, el
Mausoleo de Mohammed V,
la kasbah de Oudayas y la necrópolis de
Chellah.
Regreso al interior.
¡Desde Rabat, rumbo al este! Se dirige a Meknes y seguidamente a la
cercana Fez. No puede perderse la visita a la ciudad de Moulay
Idriss, fundador
de la primera dinastía árabe que reinó en el país,
y a su mausoleo. Se detendrá igualmente en el impresionante lugar
histórico de Volubilis, que data de la Roma Antigua, inscrito en el
Patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco.
En esta región del Atlas Medio, se encontrará de camino
a Ifrane, donde apreciará de manera especial el frescor de las
montañas. Fundada en 1929,
la coqueta ciudad presenta sus
sorprendentes chalés, acomodados
en la espesura de un bosque de
cedros varias veces centenarios
y salpicado de lagos.
Y Regreso.
En el camino de regreso a Marrakech, casi a medio recorrido, Beni
Mellal con su inmenso olivar, situada en el Gran Atlas central,
precederá un último y refrescante alto en el camino en las
magníficas cascadas de Ouzoud. |