Las ciudades
imperiales : su historia y sus monumentos milenarios, patrimonio
de las
gloriosas dinastías que han pasado por allí. Embárcate en un
circuito de siete
días y descubre
todos sus encantos y misterios.
De etapa en etapa, visitarás cuatro de las ciudades más
bonitas de Marruecos. En Marrakech,
comenzarás explorando la “ciudad roja”
y contemplando sus tesoros
arquitectónicos,
como la mezquita de la Koutubia o las Tumbas
Saadíes. En su famosa medina, podrás descubrir
las costumbres y la
artesanía local.
Rabat es tu próxima parada. La capital te esperará, situada
frente al océano. Recorre sus avenidas
despejadas bordeadas de palmeras y admira
el Mausoleo de Mohamed V y la Torre
Hassan,
un vestigio casi milenario.
El viaje culmina con Fez y Meknes, dos ciudades muy
particulares y pintorescas.
Fez es la
capital espiritual del Reino y en ella se encuentra una misteriosa
medina, actualmente considerada Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO. Meknes representa el poder del sultán Moulay Ismaíl, un
decorado lleno de encanto cuyo símbolo
es la puerta Bab-El-Mansour.
Además de estas cuatro ciudades en las que pararás, los
trayectos también te reservarán algunas sorpresas. El interior de
Marruecos está lleno de tesoros. En los alrededores
de Fez y
Mequínez aún se erigen las ruinas de la antigua ciudad romana de
Volubilis. Además, están Ifrane, la Suiza de Marruecos, y, por
último, Casablanca, que,
no muy lejos de
Rabat y Marrakech también tiene su encanto y su historia.
Sal de expedición y, durante una semana, conoce el Marruecos
auténtico y tradicional,
un país con una
historia rica y variada que no dejará de sorprenderte. |